En la primera década del siglo XX, un misionero británico halló en una cueva india a una niña que vivía con los lobos, que debía tener entonces unos 8 años. Kamala, así la llamó, poseía características no humanas: antes de comer olfateaba la comida, se paraba en sus cuatro miembros, gateaba, le resultaba imposible mantenerse erguida. En los primeros tiempos, solo se le habia escuchado una señal sonora similar a un aullido. El misionero y su esposa hicieron muchos esfuerzos para modificar las características de Kamala. Le hablaban constantemente aunque no tuvieran respuesta. la habituaron a un regimen de vida diurno. Y para ayudarla a mantenerse erguida, la mujer del misionero le hacia masajes en su cuerpo.El aprendisaje de Kamala fue muy lento. Primero comenzó a responder "si" o "no", luego apareció en su vocabulario la palabra arroz; y finalmente surgió su primera frase: "Llego mamá"Paulatinamente, empezaron a evidenciarse sus progresos: caminar en forma erguida, usar vestidos, alcanzar cierto dominio del habla, expresar sus emociones y disfrutar del juego con otros niños. Para entonces a la niña se le calculaban unos 12 años de vida.Kamala aunque fue integrada a la sociedad que le podia proporcionar una adecuada estimulacion, encontraba dificultades para completar su proceso de humanizacion. esto era así porque su mundo no había sido humano en el periodo mas sensible y receptivo de su cerebro, si no un ámbito de lobos. Se había criado en un medio animal. Por eso, el hecho de poseer un cerebro humano no es condición suficiente para convertirse en un ser humano. Se requieren condiciones determinadas en la vida en el momento preciso para que el proceso de humanización se lleve a cabo..
El niño y la sociedad, de F. Elkin
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